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viernes, 14 de diciembre de 2012

El alcalde y yo.

Lo siguiente es una transcripción de un documento público administrativo, se refiere al señor alcalde de mi pueblo, el sinvergüenza, puesto que cuando me refiero a alguien lo dejo claro en el documento. El mismo partido (pp), el casi mismo alcalde, el mismo rafa (concejal, más sinvergüenza que el alcalde actual) el mismo secretario (otro sinvergüenza más, y todos ellos, cobrando de lo público y vendiéndose a lo privado y particular).



Por todo ello solicito: Que hagan su trabajo.

Además.

Usted además de fingir lo que no siente, pretende pasar por lo que no es, su hipocresía sólo es superada por su tremenda falta de memoria y arrogancia.
Usted no está, (no suele estar) en el ayuntamiento para que abuse del poder que usted representa, pero usted lo hace, abusa, miente, engaña, tergiversa.

Ignominiosa su ignominia ignorante, pues además de decir ignorar los hechos sólo dice con ignara actitud lo ignorante de su comportamiento, que por cierto sigue para usted ignoto.

Siempre me he referido a las personas en cuestión, deje de tergiversar y de mentir y le pide usted si quiere a su señoría el esclarecimiento de los hechos, no de su palabrería.

En su total abuso de poder no comprende lo abusivo de su comportamiento, típico del abusón.

No es mi problema si usted miente, mienta a quien quiera y se crea sus mentiras, pero mentir abusando del poder que uno tiene le convierte a uno en abyecto en su abyección.

Puede intentar engañar usted, si ni le preocupa y bien duerme, pues para usted engañar debe de ser como mentir o abusar, le cuesta poco y como lo ignora todo, con culpar a otros o fingir desconocimiento lo arregla todo, sin arreglar nada.

Puede si quiere, lo hace, utilizar los documentos públicos administrativos como si fueran un valor nulo, puede mentir, engañar, tergiversar en un pleno, en público y decir lo que le permita su abstrusa mente, puede, sin lugar a duda ir a misa y confesar sus pecados, pero señor alcalde, no piense ni por un segundo que no formará parte de la historia junto con mis escritos.

Cuente usted lo que quiera, pero por favor, con sus mentiras a otro, porque si es un irresponsable e ignorante en sus funciones, lo deja claro con su comportamiento, tanto el suyo como el de las personas nombradas en éste y otros documentos públicos administrativos.

Total, mienten, engañan, presentan pruebas falsas en juzgados y se enfadan y te denuncian por injurias cuando les dices esto... Claro, pobres...

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