Resulta que a un abogado de justicia gratuita le toca un contencioso
administrativo contra un ayuntamiento, año 2005 (el ayuntamiento aún
sigue en silencio administrativo hoy en día) y entonces la persona que
denuncia al ayuntamiento espera, desde el 2005 al 2012, llamando de año
en año al abogado en cuestión para preguntar cuándo se va a juzgar, o lo
que sea ocurra en el misterioso contencioso administrativo.
Resulta que el abogado le dice al "cliente" que espere, que ya lo
llamará, en vista de que el "cliente" es muy pesado y quiere que su
denuncia funcione, pero claro, al abogado le debe de molestar un pesado,
teniendo en cuenta que el contencioso administrativo tarda entre dos y
vete a saber los años en resolver, cuando no se despista tu abogado y
vuelta a empezar.
Pues resulta que en el año 2012 va el abogado y le dice a su "cliente", anda, si esto se denegó en el 2007...
El cliente le pregunta a la secretaria con la que ha tenido que hablar
las últimas veces, ¿cómo es posible que haya llamado a esta persona en
el 2005, 2006, 2007, y en adelante y me haya dicho que tenía que esperar
cuando desde el 2007 lleva denegado el silencio administrativo?.
¿O cómo es posible que mi propio abogado NUNCA me haya llamado ni NUNCA me haya mandado una mínima notificación?
¿Y cómo es posible que le diga a la secretaria? " que si quiero me lleva
otro caso sobre silencio administrativo(supongo que por meter la pata) o
que pida otro abogado para el contencioso administrativo", con lo que
eso conlleva, viajes, papeleo, más viajes, mas papeleo, muchos más
viajes, más papeleo y total, para que cuando le toque a tu abogado no
diga ni pío, y menos a mí, en mi situación, parado de larga duración,
recibiendo comida de cruz roja y sin tener ni donde caerme muerto, me
dice que me busque la vida, sin tener ningún recurso.
Es verdad que había oficina judicial a ocho o diez kilómetros de mi
pueblo antes, iba andando para conseguir un abogado, ahora, hay más de
ochenta kilómetros hasta madrid, que es donde tengo que ir si quiero
solicitar un abogado y tener la inmensa suerte de que me lo concedan.
Eso sí, si no tengo ni para comer, ¿quién me va a pagar el autobús de
ida y vuelta, el metro...
He probado a ir andando una vez estoy en madrid, pero de ocho cosas que
uno tiene que hacer sólo le da a uno tiempo a hacer una o dos ¿y cómo quieren
que haga lo que me piden si no puedo?.
Por eso tengo claro que ni tenemos derechos, ni quieren que los tengamos.
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