La primera vez que denuncié algo seguro tenía más de treinta años, me
encontraba realizando un taller de empleo en la comunidad de Madrid, me
costó horrores entrar en la lista de elegidos, pues se realizaba en un
pueblo de la comunidad de Madrid.
Seguro todo el que haya vivido en un pueblo, comprenderá rápidamente,
que suelen dejar los talleres a conocidos, allegados, familiares y
enchufados variados, lo cual hace que sea prácticamente imposible poder
acceder en igualdad de condiciones a un taller de empleo.
El caso es que entré, lo conseguí, con determinada edad se alegra uno al
conseguir algo gracias al esfuerzo propio, sin enchufes, simplemente
por pesado hasta la muerte diría yo, además de tener todos y cada uno de
los requisitos requeridos para tal cuestión.
El taller de empleo era para adquirir la especialidad de agente de
desarrollo turístico, con sus módulos y actuaciones, que nunca se
cumplieron, ni cuando estuve, ni cuando me expulsaron.
Después de ver durante casi un mes la farsa de curso en el que andaba
metido, después de quejarme de que no había ningún parte diario y de que
ni hacíamos ni seguíamos la formación mínima de los itinerarios
formativos modulares van, el profesor, la directora y porque un par de
personas o tres más lo dicen expulsan a una señora del taller de empleo y
a mí, me notifican una falta de asistencia a clase.
Aluciné, me quedé perplejo al reconocer que cuando determinadas personas
se unen contra otra, si la otra es una, no tiene nada que hacer. Como
siempre dejamos claro los humanos el cómo nos comportamos cuando tenemos
poder.
La señora en cuestión, Rosa, se quejó al alcalde de municipio, incluso
tuvo una reunión con el presidente de esa mancomunidad, que era alcalde
de mi pueblo, incluso entregué de mi puño y letra lo que el profesor
había dicho del alcalde del pueblo de Rosa, que era donde se realizaba
el taller de empleo, el profesor había dicho, " que se vaya a llorar a
su "amiguito" el alcalde"
El caso es que no pasó nada, expulsaron a una persona que quería
formación, porque no le caía bien ni al profesor ni a dos o tres de la
clase, al parecer a casi nadie importó que estas personas utilizaran el
poder que tienen público, para con lo público y hicieran lo que les
brotó de un modo privado y particular.
Me quejé, me quejé a todos, y lo que pasó es que el siguiente fui yo, me
expulsaron, con mentiras y ayuda de compañeros que incluso mintieron
ante un juez, por seguir cobrando lo que a uno le pagan en un taller de
empleo.
Entonces los denuncié, por entonces estaba afiliado a cc.oo, tengo que
decir que por lo que pasó, nunca jamás formaré parte de cc.oo,
aunque lo defienda en ciertos aspectos.
Les denuncié por lo laboral, por lo social, por lo civil, penal,
contencioso administrativo y claro, mintieron en lo laboral, en lo
social, en lo civil, en lo penal, presentaron pruebas falsas ante
cualquier juez y apoyaron sus mentiras en delitos que después, nadie, ningún juez o fiscal
quiere investigar.
Aunque presentar pruebas falsas en los juzgados sea
un delito grave, aunque falseen documentos públicos para darse la razón,
aunque mientan cuando ponen denuncias para callar a quien les llama
mentirosos, y les denuncia esperando justicia, cuando la única justicia
que voy a obtener es la que luche, aunque pierda.
Y perdiendo juicios, gracias a que nuestro sistema está podrido, estoy
desde hace más de siete años, que por lo visto son pocos aún para
obtener justicia en mi país, España
.
Claro, así ha pasado lo de
la burbuja inmobiliaria, o lo de bankia, por eso muchos violadores o asesinos,
libremente pueden presumir de que son intocables, también por ser economistas,
empresarios, pero sobre todo porque la justicia les protege, la ley les protege, protege
su statu y la putrefacción que ello crea en la sociedad de ciudadanos, o
de sus dioses.
Aquellos que creen que están por encima del bien y del mal porque son
justicia, justicia protectora de detritus, justicia que ayuda a
conseguir que cada día nuestro mundo sea más putrefacto y asquerosamente
vil, protectores de fatales normas y leyes y monstruos impunes, azote de los ciudadanos y
sus derechos, condenándonos, no hacéis más que condenaros a vosotros mismos.
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