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jueves, 3 de enero de 2013

Apolítico

De difícil modo se puede cambiar, sobre todo cuando lo que uno quiere, es seguir siendo uno más del grupo de borregos, que ignorantes de nuestro destino elegido, pensamos poder controlar aquello que nos oprime, cuando ni siquiera vemos nuestras cadenas invisibles u oímos el pesar de su nulo sonido.


Parece justo que la evolución humana dependa en muchos factores de sus líderes, pues son los líderes los que tienen la opción de cambiar, cambiar las leyes, la política, o todo lo demás.

Un fracaso es siempre un fracaso y se demuestra al continuar igual, o ir a peor, exactamente lo que nos pasa por no querer aceptar la realidad, por querer seguir escondidos en una caverna, excluidos de ese mundo salvaje y abrupto, en el que las ideas nada pueden contra los puños.

Y así seguimos pensando querer cambiar el mundo estando totalmente manipulados,  hará de nuestra forma de hacer una lucha contra el poder, cuando lo único que hacemos es seguir la corriente económica, sin pararnos a pensar cómo o donde y por qué  o a quién le tocará, a quién se lo harán, pero a alguien ha de tocar, alguien debe  caer.

Porque el empezar no es siempre el principio, muchas veces los principios llegan por haber tenido pasado, comprensión entendimiento comunicación, empatía,(entre muchas otras) y muchas veces son cualidades desconocidas, por lo menos en las personas, que gustosos seguimos lo que sea que reluzca sin base alguna. 

Tentados de poseer el brillo que tienen aquellos a los que las multitudes claman, pues muchos no quieren cambiar nada, sólo quieren luces, rapidez y ovaciones, que en todos sitios salga y se vea, que todos hablen de ello, y justo aquello es lo que termina pasando, nada entre luces y gritos y oscuridad.

Porque lo que nadie parece comprender es que para intentar empezar a cambiar un mundo, el primero de todos debería de ser el de uno mismo.

No es si el poder dejará o si la humanidad ganará, los humanos siempre lo hicieron cuando quisieron, incluso siendo casi siempre minoría.

Pero gracias a la pasividad de todos, a nuestro silencio, gracias a mirar hacia otro lado a seguir un determinado sistema, aceptar las normas, aunque nos aplasten y opriman, gracias a la omisión de nuestros gritos de auxilio y socorro sucumbimos, una vez más.

Porque todos sabemos cuando algo va a terminar mal, aún así seguimos mirando y rogando que los próximos no seamos nosotros, mientras vemos lo que les va pasando a los demás. 

Y esa sensación es capaz de hacer de una persona un autentico despojo y como despojos somos capaces de hacer muchas cosas más, y todas malas y sin conciencia, sí consciencia.
Seguramente diciendo que será en beneficio de la humanidad, de la mayoría, del bien común, siendo esto tan falso y desde el principio.

Y es verdad que la humanidad nunca será lo mismo que lo inhumano, otra cosa son los partidos, las personas, la educación la sociedad, pero ¿apolítico?, imposible, todo es política, o en todo es la política, o allí está sobre todo si se quiere cambiar lo que sea, mucho más si es una sociedad o hablamos de un  país pedimos derechos o ansiamos la libertad.

¿Entenderemos el significado de los conceptos, cuál será para cada uno?, seguro que no es apolítico.

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