En burgos no importa la justicia, ni la educación, ni la sanidad, ni los derechos sociales para con las personas que lo necesitan. Tampoco importa que en Burgos decrete quién sabe quién y por qué un toque de queda que afecta a las personas de un modo parcial.
Resulta que la policía, mandados habituales que vienen desde muy lejos, siempre para liarla, tienen permiso para degradar, humillar, vejar y multar a quien se ponga debajo de sus botas. Van dos en la cárcel. Una unidad conocida por dar palizas a mujeres, embarazadas, niñas, abuelas y lo que sea, si eres hombre, detenido tras paliza o al hospital y detenido, ¿los golpes?¿? te has resistido.
Imagina que un día, la policía entra en tu casa como si fueras un terrorista, humillan a todo el mundo, registros, cacheos. No importa que los niños miren, tampoco que lloren. Da igual porque los que van a ir a la cárcel siempre, son los que ellos quieran.
En España es fácil hacer creer que la policía tiene derecho a irrumpir en viviendas de personas porque alguien se lo manda. En España es fácil que una unidad que da palizas de muerte sea reconocida y homenajeada, con medallas incluidas por pegar a los ciudadanos.
En España es fácil todo esto porque se permiten homenajear a los caídos de la división azul, mientras en Burgos miles de personas andan criando malvas por los campos y cunetas.
España la corrupta, la desangrada, España la que roban y los ladrones hacen pagar a los ciudadanos, España indigna por corrupción en sus instituciones, que tan podridas están. Corrupción que sana la sarna del que puede tranquilamente decir que ni alma tiene. No es por la creencia, es porque son demonios, monstruos de verdad capaces de todo por dinero.
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