Desde que el delito puede
tranquilamente confesarse, el pecado siempre ha sido más llevadero,
simplemente a confesar, rezas y ya estas nuevo, es casi lo mismo que
beber o fumar compulsivamente, muchos creemos que bebemos y fumamos por
diversión(cuando no hay más que adicción)
Aunque es gratificante, cómo en semana santa o el rocío se llenan los pueblos de creyentes, de buenas
intenciones , de santidades y de buenas acciones, incluso en esta
zona carnívora, la Tierra, se deja en gran medida de comer carne.
En
ciertos aspectos recuerda la navidad, no olvidemos que el alcohol es
importante en toda celebración, que no falte.
El problema es el
después , el luego, el seguir practicando la creencia después del
hecho, del suceso, que en gran medida por lo menos los bebedores y fumadores mantenemos, al seguir bebiendo y fumando ignorantes de nuestro futuro, pero
consecuentes con nuestro comportamiento,(no todos, quizá ninguno).
¿Qué comportamiento se puede esperar de alguien que sus
creencias duran lo que dura una misa, o que su fe se oculta como se
oculta una mentira en el fondo de una católica botella?.
Quizá la frase a Dios
rogando y con el mazo dando tenga un valor especial en España, quizá la bebida supla aquellas cosas que perdimos o perdemos
al beber y fumar compulsivamente, o quizá entre bebedores fumadores y creyentes no
haya tanta diferencia.
Los dos tenemos símbolos y los adoramos, los
dos confesamos nuestros pecados en público y privado, los dos nos
reunimos y celebramos el hecho de estar allí y a todos nos cobran
por ello...
No hay comentarios:
Publicar un comentario