T+ t-

T+ t-

viernes, 8 de marzo de 2013

Los siete mensajeros del diablo

Siete perros penosos y rastreros lamían las tripas que su amo había rasgado, de ellas colgaban los restos, los líquidos internos que en viscosos borbotones y desgarros lamían gustosos los siete perros, de aquello que decían proteger estas bestias se alimentaban, desgarrando, pervirtiendo, infectando todo aquello que decían salvaguardar. 



Salvajes bestias protegidas por el pestilente poder, el poder que tiene un amo despiadado, que incrustado en su malogrado poder, queda expuesto siempre como bestia inmunda e inhumana que es..

Curiosa la contradicción, que ponen ante la vista de uno al juntar símbolos de diferente ideología, cuando no para ahí la difusa cronología, de aquel que siendo perrillo de las circunstancias aprende de un modo confuso la manera de ocultar.

Pues ocultando su negligencia aparente quizá se sienta más corriente y a su manera, y la manera de cada uno es la que queda y expresa. Vienen luego esas cosas llamadas imposiciones, como si fueran contradicciones opulentas de rencor mal avenido, cuando la marca del que empuña la daga y sustenta la balanza está clara.

No hay comentarios:

Publicar un comentario